Puntuación del crítico: 10 | Hay discos que suponen puntos importantes en la historia de la musica rock, o al menos en la década que los encuadra. Sin querer remontarme más de 15 o 20 años atras, podría nombrar unos pocos, como "Nothing´s Shocking" de Jane´s Addiction, "Apetite for destruction" de Guns’ n’ Roses, "Nevermind" de Nirvana, "Vulgar display of Power" de Pantera, etc, etc, etc.. Y este "Ten" de Pearl Jam, además de ser uno de los mejores debuts de un grupo que se han dado en la historia reciente (mas o menos), supuso junto al citado Nevermind el comienzo (a nivel publicitario y periodístico, no musical..) del denominado sonido "grunge", curioso apelativo que simplemente albergaba a las bandas salidas del entorno de Seattle, independientemente de las influencias musicales que cualquiera de ellas tuviera. Mientras Nirvana provenían del espíritu punk alternativo, Alice in Chains practicaban un heavy claustrofobico y con geniales lineas vocales, y Soundgarden mezclaban con grandeza los Riffs del maestro Iommi con la psicodelia y experimentación de unos Zepellin, Pearl Jam simplemente recogían lo mejor del rock clasico americano, y lo mezclaban con su experiencia en otras bandas como Mother Love bone y los verdaderos precursores del genero grunge, Green River. Y Ten , como su nombre indica, es un diez. Un debut impresionante, con un conjunto de canciones pletóricas, llenas de energía juvenil, y una banda a un nivel instrumental apabullante. Tiene minimo 4 autenticos himnos imperecederos: la potente y emblemática "Even Flow"; el maravilloso medio tiempo "Black", con un apoteósico crescendo final; ese negro retrato del suicidio de un adolescente a causa del sistema educativo americano que es Jeremy, que te pone los vellos de punta por su belleza y dramatismo, y la obligada "Alive", bofetada de rock potente y atemporal, con un riff de los ya considerados clasicos del kit del guitarrista contemporaneo. El resto del disco discurre entre trallazos rockeros como "Once", "Why go" o "Porch", y temas de diferente lectura estilística como "Oceans", "Garden", "Deep" y un hipnótico y transcendental "Release", que cierra el trabajo. Si bien el nivel musical e interpretativo es soberbio, merced a la labor guitarrera de Gossard y Macready, y la base rítmica de Ament y Krusen (que solo participaria en este album), si hay algo que destaca por encima de todo es la voz del casi neófito Vedder, que sublima diversos pasajes del disco gracias a su energía, su sello personal, y desbordante carisma. El es, junto a Chris Cornell y al nunca bien reconocido Jeff Buckely, la voz de los de los 90. Y éste es el primer episodio de una larga y fructífera carrera, llena de éxitos y de momentos de cierto desconcierto, pero siempre con una calidad fuera de dudas.
|